La Escuela de Economía tiene más de 40 años en la formación de la ciencia económica y ha adoptado como su enfoque principal la Economía del Desarrollo, consistente con este proceso académico y epistemológico, durante más de 20 años se ha implementado la Maestría Profesional en este campo del estudio, con sus dos énfasis principales.
Los retos ligados al crecimiento económico deben motivar la búsqueda por alcanzar los componentes indispensables para la realización de un desarrollo sostenible con dimensión social y centrado en la persona. Además a nivel mundial está vigente el debate sobre el desarrollo, producto del modelo de economía del conocimiento y la evolución y transición del cuarta revolución industrial, por ello, como lo expone Francke la “economía del desarrollo es, sino el más importante, uno de los más importantes temas de la ciencia económica para un país en desarrollo como el nuestro,…., la ciencia económica se hace pequeñas preguntas y se hace grandes preguntas. No parece haber pregunta más grande, es decir, más importante y a la vez más compleja, que preguntarse por qué se desarrollan económicamente unos países y otros no, por qué hay una distancia tan grande entre los países más avanzados y los más atrasados”. Además, a partir de uno de los más relevantes economistas en este tema, Dani Rodrick que centra su análisis del desarrollo en la efectividad de las instituciones, como las Escuelas de Economía en las Universidades, cuando expone:
“…dejar a los países cierta libertad para que encuentren sus propias soluciones institucionales y de política para los problemas de desarrollo…”
Tal concepción se puede evidenciar e implementar de forma explícita a partir del programa de Maestría Profesional, donde a partir de sus énfasis de Economía Empresarial y Gestión Macroeconómica se puedan generar los conocimientos, habilidades y competencias del recurso humano nacional e internacional, mediante una mediación pedagógica fundamentada en un proceso de investigación empírica que permita la consecuente transformación de la competitividad del sector privado y la generación de políticas públicas en el sector público, para que se incida directamente sobre el proceso de desarrollo nacional y regional.